Guillermo Ortega recomenzó a los 50 años y 18 años después apuesta a más
La historia de Guillermo Ortega podría ser la de otros miles de emprendedores argentinos, que construyeron su pequeña empresa a fuerza de trabajo y constancia, pero la crisis del 2001 la derrumbó. Sin embargo, como la de otros miles, es una historia de resiliencia y reinvención.
La pinturería Sui Color nació como continuadora de la empresa familiar fundada a fines de los ’80 y que quebró con el fin de la convertibilidad.
«En 2003 tomé fuerzas y fundé, con otros dos socios que aportaron el capital inicial, una nueva empresa del sector que llamamos Sui Color. Hoy soy uno de sus gerentes», cuenta el empresario que, lejos de darse por vencido, a los 50 años volvió al ruedo.
«Arrancamos con u$s 4000 y el crédito que nos dieron distintas fábricas, como Sitex, Emapi y PPG. Ahora, puedo decir que en 2020 tuvimos una facturación estimada de $120 millones», resalta.
La pinturería no sólo comercializa, asesora y distribuye de pinturas, revestimientos y materiales afines, sino que además, capacita a clientes, empresarios, pintores, ingenieros, arquitectos y consumidores finales mediante cursos gratuitos sobre temáticas del rubro. Cuenta también con una marca propia de pinturas llamada All Paint.
El coronavirus, por supuesto, los tomó de sorpresa como a todos. Pero, afirma, «la empresa estaba en este momento sólida y trabajamos tratando de acceder a créditos pyme a través de instituciones bancarias. Obviamente, las ventas bajaron hasta en un 60%. Aún así desde marzo del año pasado equipamos con medidas y protocolos sanitarios todas las sucursales de la red para que las personas puedan ingresar a nuestros locales y oficinas».
Sobre su experiencia, Ortega apunta: «No soy de bajar los brazos fácilmente. Pensé que en 2003, era un hombre joven aún para comenzar un nuevo negocio después de que hubieran pasado dos años desde la caída de mi primer emprendimiento, que el país y la vida me estaba dando una segunda oportunidad. Qué el fracaso de mi anterior pyme no había sido por culpa de un mal manejo ni por desconocimiento en mi metier sino por situaciones propias de un país muy difícil como lo es la Argentina. Y era un desafío personal lograr nuevamente, corrigiendo errores, ser un referente dentro de este rubro».
Sui Color hoy sostiene a 13 empleados, proyecta abrir nuevos locales en otras provincias como Córdoba y Santa Fe, lanzar un sistema de franquicias e invertir unos $ 200.000 para continuar perfeccionando el sistema de e-commerce.
Por: Sergio Lanzafame